O aprendes a querer la espina o no aceptes rosas.

No me importa tropezar, ya lo he hecho muchas veces. Porque con cada tropiezo me hago mas fuerte y aprendo cada vez más de mis errores. Porque se me va haciendo más fácil levantarme y seguir adelante. Porque ya sé como caer sin lastimarme demasiado. No puedo evitar caerme, pero veo cada caída como un aprendizaje, veo el lado positivo aunque no lo haya. Si no lo hago ¿Qué queda de mi? Solo quedan las ganas de no sentir, las ganas de no seguir y bajar los brazos. Prefiero tratar de ignorar las cosas malas de la vida, y solo ver las cosas buenas por más difícil que resulte a veces