O aprendes a querer la espina o no aceptes rosas.

Yo solo quiero a alguien que cuando me enfade y de media vuelta, venga, me agarre y me dé un beso de esos que te dejan sin respiración, alguien que en las noches frías me abrigue con sus brazos y no me suelte nunca por miedo a que me caiga, alguien que me bese en la frente cada noche y que se quede despierto tan solo para ver como duermo, alguien que no tenga miedo de quererme y que no le importe el que dirán, alguien que me recuerde todos los días el momento justo en el que nuestros ojos se cruzaron.
No pido tanto ¿no?