Los amores de verano
terminan por todo tipo de razones, pero al fin y al cabo todos tienen algo en
comun: son estrellas fugaces. Un espectacular momento de luz celestial, una
esfimera luz de la eternidad que en un instante se van. El mejor tipo de amor
es aquel que despierta el alma y nos hace inspirar a más, nos enciende el
corazón y nos trae paz a la mente. Eso es lo que tu me has dado y lo que
esperaba darte siempre. Te quiero y ya nos veremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario