En algún momento las cosas tenían que empezar a darse vuelta a
mi favor. Y cuándo digo que ya no me importa lo que hagas de tu
vida, lo digo con mi mayor sinceridad.
Sólo me quedan recuerdos pero, ya ninguno de ellos me apena por no ser
presente. No fuiste el peor pero,
tampoco el mejor. No supiste
expresarme el mensaje, por eso me equivoqué, por eso me dolió, por
eso me llevaste más de una vez al
mismo lugar. No es una
despedida, es un hasta siempre. Las
despedidas tienen posibles reencuentros, los hasta siempre no. Y yo hoy, te digo hasta siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario