Acá estoy, para que gastes las horas que te
queden libres conmigo, para que si estás aburrido y no tenes con quien estar en
silencio pueda ahorrarte las palabras con gestos que digan más que mil
palabras. Para cuando te sientas solo y pueda acompañarte a todos
lados donde tu alma quiera llevarme. Acá, para sostenerte cuando sientas que el
mundo se te cae encima, para curarte a abrazos si hace falta. Para cuando todo
el mundo esté en tu contra y tengas que hacerle frente al dolor, a tu lado,
como aliada, como amiga, como hermana, como tu puerto fijo. Donde podes estar
sin estar a la vez, donde podes desaparecer y hacerte invisible, donde podes
engañar a todos, menos a mí.
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