O aprendes a querer la espina o no aceptes rosas.

Siempre está en mi mente para asegurarse de que no voy a olvidarlo. Y lo odio por eso. Y lo quiero mas y mas. Y lo extraño. Y lo necesito. Y de nuevo caigo en que todo lo que me caga la vida, es justamente todo esto. El quererlo y no tenerlo. El extrañarlo y no saber si se acuerda de mi.Sé que hay cosas peores. Mucho peores. Muchísimo mas trágicas. Pero hoy, lo que a mi me caga la vida, es ésto. Hoy, lo peor que me puede pasar es esto que me está pasando. ¡Qué chiquito es mi problema al lado de los de los demás! Qué tonta soy al creer que lo que me pasa a mi es lo peor del mundo, cuando en otras partes del mundo hay personas muriendo por una enfermedad terminal, o muriendo de hambre. O sin trabajo. O infinidades de situaciones mas que seguramente son mucho mas interesantes y preocupantes que la mía. Pero no puedo evitar hablar de ésto. No puedo evitar estar así. Tal vez tendría que tocarme vivir de cerca algo mucho mas trágico para caer en la cuenta de que no todo está tan mal como yo creo. Tendría que empezar a valorar lo que me hace bien, y darle menos importancia a eso que me "caga la vida". Que, por cierto, es tan chiquito e insignificante al lado de otros problemas.Porque mi situación no es un problema. El problema soy yo. Y mi retorcida mente que se empeña en cagarme la vida.