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martes, 18 de septiembre de 2012


Yo creo que en la vida todo vuelve, sea bueno o malo en algún momento nos encuentra. Y por eso después de mucho reflexionar me doy cuenta de que algunas personas no les va a ir tan bien cómo yo pensaba.
Me pasa de encontrarme diciendo, 'qué mal yo acá en casa llorando, mientras él está feliz de la vida vaya a saber dónde'. ¿Pero qué tan feliz será?
¿Qué es ser feliz? ¿Ser feliz no implica poder ser auténtico y sincero? Creo que sí, la mayor felicidad se alcanza cuando podemos ser honestos y arriesgarnos a pesar de las consecuencias. ¿Qué tan feliz puede ser una persona que en vez de hacer lo que siente, toma todas las decisiones con la cabeza? Creo que yo tengo más chances de ser feliz por el hecho de que estoy dispuesta a arriesgarme. Sí, tambien tengo más chances de quedar como una boluda y de salir lastimada, porque me pasó. Pero estoy mucho más cerca que él de encontrar algo real y que valga la pena ¿no creen?

Obviamente que tenemos que razonar y pensar las cosas. Pero en asuntos como el amor no tiene mucho sentido. El amor no es algo que se pueda razonar, simplemente se siente y se vive. Tristemente estamos acostumbrados a guardar lo que sentimos, porque pensamos que podemos asustar a la otra persona y perderla. Se ve como algo normal el no decir lo que sentimos por alguien, y en vez de eso actuar de una manera desinteresada y casual. Entonces claro, cuando aparece alguien que es frontal y sincero, nos asustamos. Especialmente si en el pasado nos lastimaron.

No me pasó lo de ser la que fue frontal, sin pelos en la lengua. Pero fue automático, a partir de que empecé a soltarme, todo cambió. Me parece que hay personas que no están preparadas para esa clase de sinceridad. Creo que es un tema de madurez. A algunos sólo nos hace falta una mala experiencia para aprender, pero no todos somos así. Hay gente que necesita pegarse contra la pared unas cuantas veces hasta reaccionar.

Si te pasó algo parecido, no pienses que el problema sos vos. No, el problema es que hay personas que no maduraron lo suficiente como para vivir algo en serio. Y no me refiero a serio en el sentido de algo formal. No, me refiero a algo profundo, intenso, una conexión real. Nada de fingir, pretender ser algo que no somos y vivir como representando un papel.

Entonces vuelvo a lo que decía al principio, creo que todo vuelve. Y esas personas que en algún momento no nos supieron valorar, les aseguro que en algún momento sea mañana o en unos años, se darán cuenta de lo que perdieron. Y cuando quieran reaccionar, nosotros ya estaremos en otro lugar.

Y al fin y al cabo tenemos que agradecer a esas personas, porque nos ayudan a crecer y a ser más fuertes. Al principio cuesta, pero una vez que caemos a tierra nos damos cuenta de que los equivocados son ellos y no nosotros. Al principio estamos destrozadas porque pensamos que perdimos a alguien, pero si lo piensan bien son ellos quienes nos perdieron a nosotros. Son ellos los que al fin y al cabo salen perdiendo, no sólo a nosotras sino la chance de vivir algo real. No es algo que nos falta a nosotros, si no algo que les falta a ellos y eso es madurez emocional.
Les aseguro que allá afuera hay muchas personas que no sólo están dispuestas a valorarnos, si no que se mueren por encontrar a alguien como nosotros. No dejemos nunca de valorarnos.

Y como dice un tema  “…Yo no lloro más, si se quiere ir que se vaya. Si te quieres ir pues vete, a quedarte no te obligo. Más piénsalo bien mulato, sufrir será tu castigo…”

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