O aprendes a querer la espina o no aceptes rosas.

Es mejor no esperar nada de nadie. Duele menos y disfrutas más. No es bueno vivir esperando que otro cambie tu mundo. Nadie sabe a ciencia cierta como afectará lo que hace a otra persona. Por eso a veces soy tan cuidadosa si estoy con vos, porque vos no lo fuiste lo suficiente. Chocaste contra mí y después disparaste al corazón de mi vida. La bala pareció de amor, de esas que sirven como analgésico, pero cuando el efecto pasó todo dolió el triple. ¿Le importaría a alguien decirme si existe otro tipo de persona? Me gustaría enamorarme de alguien que no me trate como si no fuera humana. Llegar a ser feliz con alguien que quiera sonreír a mi lado. Pase lo que pase. Aunque debo admitir que así quizá todo perdería la magia. La adrenalina de sentir que has llegado a la cima y que las vistas serán maravillosas, seguro. Sin embargo, no estás todo lo arriba que se puede, hay un lugar más alto al que llegar. Voy a hacerlo. Puede que me cueste y deba parar a descansar, pero allí estaré. Mi idea es demostrarte que yo no me rindo. No soy como vos. Sé luchar, y lo haré una vez más por vos. Lo haré hasta que te entre en la cabeza que vos también deberías hacerlo. Después me iré. No quiero que pases por lo mismo que yo, pero la verdad disfrutaría viéndote escalar. Te tendrás que tragar tu vértigo. Es lo justo, yo ya tragué mucho por vos.